1.
PREPARANDO TU VIAJE ASTRAL
Antes de empezar tu viaje
astral, es importante que prepares algunas cosas para garantizar la proyección
astral. No necesitas nada especial, pero si será recomendable que cuentes con
un espacio tranquilo donde puedas relajarte.
- PRACTICA POR LA MAÑANA
En lugar de intentar realizar
tu proyección astral por la noche, justo antes de ir a dormir, es mejor que lo
hagas justo cuando te despiertas por la mañana, cuando aún estás en estado de
somnolencia.
Es mucho más fácil alcanzar el
estado necesario de relajación y de mayor conciencia durante el amancer, aunque
en realidad es posible realizarlo a cualquier hora del día, ya que no existen
unos requisitos inflexibles.
Este paso se trata más bien de
una preferencia personal, por lo que te recomendamos que realices el viaje
astral cuando te sientas con mayor motivación para hacerlo.
- CREA LA ATMÓSFERA ADECUADA
Una proyección astral siempre
requerirá de un estado profundo de relajación, estaría bien que dedicaras un
tiempo a crear un lugar totalmente cómodo en algún lugar de tu casa. Tumbarse
en la cama o en el sofa es una técnica muy frecuente que permite entrar en un
estado máximo de relax tanto al cuerpo como al cerebro.
Es más fácil realizar un viaje
astral cuando estamos solos que cuando estamos con alguna otra persona más en
la misma habitación. Si sueles dormir con alguien, intenta elegir otra
habitación para practicar tus viajes astarles. El momento perfecto es cuando no
hay nadie más, así que asegúrate de que nadie entrará en la habitación mientras
te encuentres realizando el viaje astral.
Puedes correr las cortinas o
bajar las persianas para mejorar el entorno. Cualquier tipo de interrupción
podría arruinar el estado de relajación necesario para una proyección astral.
- TÚMBATE Y RELÁJATE
Una vez has encontrado la
habitación perfecta para realizar tu proyección astral es el paso de ponerse
manos a la obra.
Túmbate bocarriba y cierra tus
ojos. Trata de limpiar tu mente y evita pensamientos que te distraigan.
Cóncentrate en tu cuerpo y en cómo se siente. Tu objetivo es alcanzar un estado
de completa relajación, tanto mental como corporal.
Contrae tus músculos y luego
relájalos. Empieza con el dedo gordo del pie y ve avanzando en dirección hacia
la cabeza.
Respira profundamente y exhala
completamente. No generes tensión en tu pecho y hombros, tan solo relájate.
Centra tu mente en tu
respiración. No es el momento para pensar en otros asuntos o preocupaciones, ni
siquiera debes preocuparte por la idea de tu alma proyectándose desde tu
cuerpo. Tan solo sumérgete en un estado de relajación.
Quizá te sea útil disponer de
un cristal de cuarzo. Con él aumentarás el número y la velocidad de tus
vibraciones mientras te preparas.
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